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Henry Romero

Mensajero de Paz

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«Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Efesios 2:13»

La llegada de Jesús al mundo y su sacrificio por nosotros tiene múltiples significados y marca innumerables pautas a la humanidad, pero si conformáramos un listado de las principales sin duda alguna no se puede quedar entre las primeras su titulo de Mensajero de Paz.  Cristo nos trae de forma clara la buena nueva de que podemos tener paz con nuestro Dios por medio de Él.

Pero no solamente con Dios obtenemos paz, sino que también con nosotros mismo y con los que nos rodean.  Su mensaje nos enseña que como resultado de nuestra nueva relación con Dios por medio de Jesucristo obtenemos perdón de pecados, lo cual redunda en paz interior y amor al prójimo para irradiar lo que solo Dios puede dar.

El señor ordena nuestras prioridades, pero también delimita nuevas fronteras en nuestras vidas.

Cristo trae paz con Dios padre, pero guerra contra el pecado, Cristo trae amor al prójimo, pero guerra contra los que desean alejarnos de nuestra fe en Jesús, tenemos guerra contra el mundo, pues el mundo aborrece a Cristo y su mensaje, por lo tanto también nos aborrecerá a nosotros.  Como consecuencia de todo esto nos convertimos de inmediato en enemigos de Satanás, el Príncipe de este mundo.

Nos convertimos en soldados de una batalla que tiene una particularidad muy especial, ya sabemos cuál será el desenlace final, nuestro Señor ha obtenido la victoria al resucitar de entre los muertos y nuestro enemigo ya ha sido derrotado.

Aceptar este regalo de paz nos hace salvos del castigo eterno, pero lo principal nos reconcilia con aquel que nos amó tanto que entrego lo más preciado que tenia para salvarnos aun cuando éramos sus enemigos.