Jesús nuestro guía

«Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.» Salmo 73:24

Vivo en un país en donde cruzar un semáforos en rojo es un deporte nacional, debo confesar que cuando estoy esperando el paso del rojo al verde, mis pensamientos comienzan a volar, y me distraigo fácilmente. Cuando siento que el automóvil que se encuentra frente a mí avanza, lo sigo de inmediato.

Para mi desventura, muchas veces me ha pasado que cuando inicio la marcha el semáforo aun continúa en rojo llevándome, por mi descuido, a infringir la ley.

Espiritualmente también podemos ser víctimas de algo parecido, cuando en nuestro caminar cristiano quitamos la mirada de nuestro Salvador Jesucristo y nos distraemos con cosas irrelevantes.

Tan solo un momento desenfocado de nuestro Señor, es suficiente para infringir la ley divina y que nos desviemos del buen camino por donde Dios desea llevarnos.

Cristo es nuestro guía, Su palabra es el nuestro faro en la oscuridad de este mundo, somos guiados por la luz de su presencia y a través de la obra de su Santo Espíritu, seamos pacientes y estemos firmes.

No importa cuántas veces veamos que nuestro vecino o quien nos queda al frente sobrepase los límites, no importa que tan tentadora se vea la vida de pecado que lleva nuestro prójimo. Debemos ser fieles a quien siempre ha sido fiel a nosotros y a quien nos rescató de la vanidad del mundo, de las tinieblas del pecado y de la condenación eterna. A Él sea la Gloría y la Honra por los siglos, AMEN.