Creyentes pero no crédulos

“Y éstos [Los de Berea] eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” Hechos 17:11 (RVR60)

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Vivimos en un tiempo en que es muy fácil encontrarnos con cualquier tipo de doctrina, ya sea por Internet, en un periódico o por televisión, cualquiera puede llegar diciendo lo primero que venga a su mente, que es un enviado de Dios o lo que predica está basado en la palabra del Señor.  Dios no espera que seamos unos crédulos “llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efesios 4:14).

El Señor espera que seamos como los creyentes de Berea, quienes al igual que hoy estuvieron expuestos a “hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” (Efesios 4:14) y sin embargo hicieron una pausa para verificar si lo que estos hombres decían era coherente con la palabra de Dios.  El Señor nos ha dado su Santo Espíritu y como prometió “él os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13), debemos pedir a Dios por la llenura de su Espíritu para pode discernir estas cosas.

Nadie ha podido expresarlo mejor que nuestro Señor Jesucristo cuando dijo “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.” (Mateo 10:16).

Amados hermanos, no porque una imagen tenga escrita a un lado el nombre de Cristo es buena para ser utilizada, no porque una canción diga Jesús un par de veces es digna para ser usada en nuestros cultos de adoración, no porque alguien venga en traje y corbata y diga unos cuantos aleluyas y gloria a Dios es un hombre de Dios.

Nuestro Señor quiere que escudriñemos cada día las escrituras, que meditemos en ellas, que midamos con la vara de Dios cada cosa que nos sea presentada, nuestro Señor espera “que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:15).

Mi oración en este día es que el Señor nos de la gracia de reconocer sus verdaderos ciervos, siendo sabios en la verdad de su palabra y ver claramente en donde Él está trabajando, para que al unirnos a su obra, podamos ser eficientes en nuestro servicio para la expansión del reino de nuestro Señor Jesucristo.